Contra Mundum
No. 7 Primavera de 1993

Afirmaciones y Negaciones de Oak Ridge – 24 de Octubre, 1992



Las Afirmaciones y Negaciones de Oak Ridge fueron emitidas durante una conferencia, "La Iglesia y la Beneficencia: Providencia, Responsabilidad, Justicia y Caridad", patrocinada por la Iglesia Presbiteriana Pacto de Oak Ridge, Tennessee. La meta de la conferencia era producir un conjunto de afirmaciones y negaciones para ser discutidas ampliamente por los participantes. El panel, conformado por líderes Evangélicos en el área de teología y política de beneficencia incluyó a Doug Bandow, Michael Bauman, E. Calvin Beisner, Joel Belz, mark Buckner, Michael Cromatie, Robert Dotson, David Dunham, George Grant, David may, Randy Nabors, Ed Payne y Hilton Terrell.

Las Afirmaciones y Negaciones pueden ser reproducidas y pueden servir como motivos de estudio / discusión en grupos.



  Afirmaciones Negaciones
1. AFIRMAMOS que hay una relación bíblica entre fe y trabajo, palabra y hecho. Es más, confesamos a Cristo como Señor sobre todas las áreas de la vida. NEGAMOS que la piedad o la espiritualidad exime a los Cristianos de las preocupaciones por las necesidades físicas. Es más, negamos cualquier gnosticismo que aísle lo físico de lo espiritual.
2. AFIRMAMOS que las iglesias Evangélicas y Reformadas han sido negligentes en ministrar a los pobres de nuestro tiempo. NEGAMOS que nuestra responsabilidad como Cristianos vaya a ser disminuida en los días por venir.
3. AFIRMAMOS que los programas del gobierno de los EUA desde 1960 han despilfarrado muchos recursos, sacando a muy pocos de la pobreza. NEGAMOS que la forma de aproximación actual, que centraliza y consume aproximadamente un 75% de los fondos en gastos generales conlleve promesas alentadoras para el futuro.
4. AFIRMAMOS que el presente sistema de beneficencia social es contra productivo, mal concebido y sustancialmente inmoral. NEGAMOS que el actual sistema de beneficencia pública sea el punto de partida apropiado para cuidar del pobre.
5. AFIRMAMOS que la iglesia debería requerir proféticamente la adopción de sistemas válidos bíblicamente para cuidar del pobre. NEGAMOS que cualquier sistema para cuidar del pobre pueda ser neutral ya sea en principios religiosos o en efectos morales.
6. AFIRMAMOS que Dios ha creado al hombre a Su imagen para ser creativo y productivo, y que Dios le ha capacitado, bajo condiciones apropiadas, para producir suficientes bienes para todas las gentes en cualquier lugar. NEGAMOS que haya escasez inherente en el universo finito que frustre los esfuerzos industriosos o que haga obligatoria la pobreza.
7. AFIRMAMOS que Dios, en las Escrituras, expresa un interés y una preocupación por el pobre. NEGAMOS que Dios tenga una preocupación por la pobreza como una consecuencia del pecado muy por encima de otras categorías de consecuencias pecaminosas.
8. AFIRMAMOS que la Escritura enseña que Dios bendice a aquellos, especialmente a los mismos pobres, que ayudan al pobre. NEGAMOS que la Escritura apruebe una indiferencia insensible, o ignorancia, para con la opresión sufrida por el pobre.
9. AFIRMAMOS que a la Iglesia se le ha encomendado la responsabilidad de ser la mayor agencia extra familiar de beneficencia para sus miembros, y también se le ha encomendado la tarea profética de requerir y modelar justicia y misericordia en el mundo. NEGAMOS que la Iglesia sea la primera agencia responsable del mejoramiento del pobre.
10. AFIRMAMOS la prioridad bíblica entre las agencias de auxilio (como en I Timoteo 5), es decir:
  1. Responsabilidad Personal
  2. Apoyo de la Familia
  3. Iglesia Local / Área
  4. Otras organizaciones voluntarias.
NEGAMOS que la Iglesia sea la primera agencia responsable del mejoramiento del pobre.
11. AFIRMAMOS el énfasis de la Biblia en la industriosidad y en la responsabilidad honesta. NEGAMOS que la distribución gratuita de bienes y hayan remediado la pobreza en nuestra cultura.
12. AFIRMAMOS que la Iglesia o la Familia deben asistir solamente a aquellos que están dispuestos a trabajar o que se encuentran incapacitados para hacerlo. NEGAMOS que la Iglesia no sea libre para adherirse a sus creencias y ética bíblica mientras dispensa ayuda material; ni que no pueda recomendar ciertas conductas bíblicas y éticas como prerrequisitos para brindar asistencia.
13. AFIRMAMOS que la Providencia es un factor limitante para la total erradicación de la pobreza. NEGAMOS que todos los problemas puedan ser curados por agencia alguna antes del eschaton (tiempo del fin).
14. AFIRMAMOS que hay pobres que viven en esta condición porque lo merecen. NEGAMOS que al pobre que merece serlo se le debiera brindar ayuda.
15. AFIRMAMOS que un ministerio activo de misericordia es una de las marcas de una iglesia obediente. NEGAMOS que algunas iglesias estén exentas del mandato de instituir y mantener ministerios de misericordia.
16. AFIRMAMOS que la justicia es una combinación de legitimidad (justicia) y misericordia y que todas las gentes e instituciones se quedan cortas con respecto a ambos estándares. NEGAMOS que la justicia sea parte de la caridad.
17. AFIRMAMOS que la justicia significa mostrar imparcialidad a todos como es debido de acuerdo con la ley moral de Dios. NEGAMOS que la justicia conlleve cualquier distribución ideal de la riqueza en la sociedad.
18. AFIRMAMOS que la justicia requiere el alivio y la vindicación de aquellos que han sido afectados por los actos opresivos de otros, y que esta es la tarea primaria del estado al ayudar al pobre. NEGAMOS tanto que la justicia permita la parcialidad a cualquiera que tenga que hacer valer las leyes y que se espere que los pobres puedan defenderse adecuadamente en contra de la opresión sin la ayuda de instituciones mediadoras y del estado.
19. AFIRMAMOS que debemos no solamente proveer ayuda material para el pobre auténtico, sino también consejo y entrenamiento bíblicos en responsabilidad. NEGAMOS que la caridad real nos requiera el subsidio de aquellos que persisten en la rebelión moral.
20. AFIRMAMOS que los principios bíblicos sobre economía deben ser incluidos como un fundamento para la beneficencia. NEGAMOS que los principios económicos no-bíblicos (e.d., Marxismo o la avaricia sin principios) vayan a ser de ayuda en la tarea de remediar la pobreza.
21. AFIRMAMOS que un sistema político – económico que promueva la libertad humana, la justicia y la productividad es crucial para la prevención y reducción de la pobreza. NEGAMOS que cualquier sistema político – económico separado de la ética Cristiana sea una solución adecuada para la pobreza.
22. AFIRMAMOS la Biblia como la única guía infalible para el cuidado apropiado del pobre. NEGAMOS que las perspectivas que contradicen la sabiduría bíblica puedan probar ser fructíferas.
23. AFIRMAMOS que hay muchas causas para la pobreza. NEGAMOS que la pobreza o la beneficencia puedan ser reducidas a cualquier variable simple, a menos que sea una dinámica explícitamente escritural (e.d., el pecado).
24. AFIRMAMOS la caridad voluntaria como el mejor reemplazo de las perspectivas estatistas de beneficencia. NEGAMOS que el poder que el gobierno civil tiene para establecer impuestos justifique un sistema general de redistribución de la riqueza.
25. AFIRMAMOS que la salud es una condición tanto del cuerpo como del alma (espíritu) y que el cuidado médico debiera ser practicado con ese entendimiento. NEGAMOS que el control o la provisión de cuidados médicos por parte del gobierno sean los mejores medios de hacer el cuidado de la salud accesible a los necesitados.
26. AFIRMAMOS que la meta de la caridad es capacitar a sus receptores para que se tornen capaces de auto-sostenerse y también capaces de ayudar a otros. NEGAMOS que aproximaciones o perspectivas que engendren actitudes de dependencia del estado por largos períodos de tiempo sean útiles y/o morales.
27. AFIRMAMOS que algunos casos de necesidad son sistémicos o perdurables (permanentes) y que requerirán de misericordia continua. NEGAMOS que los receptores de misericordia a largo plazo sean incapaces de alcanzar productividad o ministerio significativos.